martes, 30 de octubre de 2012

El escándalo de CNBC

Ya queda menos para que haya nuevo ( o viejo) presidente del Imperio.
Parece que fuera una conjura lo que está ocurriendo en EEUU. Igual lo es.

A Obama le están atacando por los cuatro costados los suyos, desde su super ministra de exteriores Hillary Clinto, hasta el amigo de todos Petraeus desde la CIA.
La razón? Pues que sabía mucho de lo que ocurrió en el consulado en BenGhazi.

Ahora lo llaman al más puro estilo americano, la tormenta perfecta, lo que va a azotar la costa este estadounidense. Todo a lo grande.
Paralizan ciudades, elecciones, hasta Ooooh: la bolsa, porque se acerca una tromenta tropical.
Uno ya se pierde en una realidad ficción. Parece un dejá-vu. Pero real? o de cine?
Ahí está la jugada: el ilusionismo. Tanta película de ficción o de pseudo realidad, al final convierten las noticias en lo mismo. La forma de tratarlos es igual.

Por si no bastaba, un terremoto canadiense se supone que iba a generar un tsunami infernal y atacaría Hawai!
La verdad no sé qué ha pasado pero no veo que haya trascendido mucho esa ola gigante. Igual ha desaparecido el archipielago, pero nadie ha informado de ello.

Pero lo peor está por venir: el escándalo destapado por la CNBC por el cual hay un juicio por corrupción, chantaje y blanqueo de dinero por un valor de 43 Billones de $, en el cual están involucrados muchos, por no decir todos los que podemos suponer que lo podrían estar.

Grandes bancos, políticos de alto nivel, empresas, la FED y su gente, el gobierno de Obama y asesores... en fin, demasiado grande para que se destape.

Podría haber pasado desapercibido, pero me chocó un titular de prensa muy comercial donde venía a decir algo así como que los estadounidenses se escadalizaban por la muerte de dos niños asesinados por su niñera.
Al poco tiempo desapareció.
Pero luego me sorprendió que el padre de las criaturas fuera un ejecutivo de la cadena que destapó sin tapujos el escandalo: Kevin Krim.
Mientras los medios se afánan en denunciar a la pobre niñera dominicana, echan una cortina de humo sobre el fondo de la cuestión: que nadie hable más de la cuenta.
Aquí se puede ver el auto completo y las capturas de la web de CNBC. Las entradas a la noticia parece que desaparecieron al poco de la muerte de los niños.
Y aquí  más información sobre el caso. Hay más información y como siempre de fuente alternativas.
Los medios corruptos del sistema mantienen un silencio cómplice que ya es una marca de identidad.
Si blanquear 43 billones de $ con todos los implicados no es noticia, pues que viva el periodismo informativo independiente.