martes, 15 de enero de 2013

Teorías económicas sobre la crisis


por Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España

Las dos grandes teorías existentes para explicar el porqué de la crisis actual son, una, la que la atribuye a una gran expansión del crédito bancario que ha causado un gran endeudamiento de las poblaciones a los dos lados del Atlántico Norte. Esta teoría está ampliamente extendida en los círculos conservadores y neoliberales europeos (aunque también se presenta entre opciones políticas de centroizquierda) y domina el pensamiento económico que gobierna la Unión Europea. La otra teoría es la que considera que tal endeudamiento se debe a la disminución de la capacidad adquisitiva de la población. Esta teoría es la que prevalece entre las izquierdas y entre los movimientos sociales como los sindicatos, tanto europeos como norteamericanos. 


La primera interpretación está basada primordialmente en las teorías de Friedrich von Hayek y la escuela austríaca de economía. Asume que la causa de la crisis radica en los bajos intereses bancarios, por un lado, y la supuestamente excesiva impresión de moneda por parte de los Bancos Centrales, por el otro. Según esta teoría, tales medidas facilitaron la expansión del sector financiero y su involucración en actividades nuevas, incluso de tipo especulativo. En España, se calcula que su entrada en el euro, y la fácil accesibilidad al crédito que ello conllevó, creó la burbuja inmobiliaria que, al posteriormente explotar, creó la enorme crisis del crédito que ahora estamos viviendo. Que la burbuja inmobiliaria explotara se debió al colapso de crédito internacional iniciado en EEUU, cuando el año 2007 el Banco Central Estadounidense (el Federal Reserve Board) aumentó bruscamente los intereses bancarios a un 5,25%, a fin de reducir el excesivo crédito que se había permitido expandir más de lo que se consideraba aconsejable. De esta interpretación de los hechos surgen todas las series de intervenciones públicas encaminadas a “rescatar” a los bancos que estaban a punto de colapsarse debido a su excesiva oferta de crédito. Todas las reformas bancarias, tanto en España como en la Unión Europea, se están realizando en respuesta a esta interpretación de la crisis actual. De esta manera, la función de los bancos centrales (tales como el Federal Reserve Board o el Banco Central Europeo) se expandió para incluir, además de estabilizar los precios (controlar la inflación), estabilizar al sistema financiero.
El problema con esta teoría es que la enorme ayuda a la banca y al sistema financiero por parte de los Estados, ayuda que se está haciendo a costa de imponer una enorme austeridad a la población, no está recuperando a las economías deprimidas que no acaban de salir de su profunda recesión. El caso español es un claro ejemplo de ello.

La teoría alternativa a la dominante

Y es ahí donde aparece la otra teoría. Ésta atribuye la crisis a la enorme concentración de las rentas, resultado de la desigual distribución de la riqueza que se ha ido creando durante los últimos treinta años, resultado de la llamada “revolución neoliberal” iniciada por el Presidente Reagan en EEUU y la Sra. Margaret Thatcher en Gran Bretaña. En el conflicto capital-trabajo, el primero ganó a costa del segundo. Los beneficios empresariales de las grandes empresas se incrementaron exponencialmente a costa de que las rentas del trabajo se mantuvieran constantes o incluso disminuyeran, y ello como consecuencia de las políticas neoliberales encaminadas a debilitar al mundo del trabajo. Las sucesivas reformas laborales en la Unión Europea y el desmantelamiento de la protección social y del Estado del bienestar tenían y continúan teniendo como objetivo el debilitamiento del mundo del trabajo. Este debilitamiento fue el que forzó a la gran mayoría de la población (que obtiene sus rentas del trabajo) a que se tuvieran que endeudar en dimensiones no conocidas anteriormente. Fue este endeudamiento el que explica el gran crecimiento del sistema bancario. No es el sistema bancario el que origina el endeudamiento sino es al revés, es decir, es la necesidad de endeudamiento la que origina el gran crecimiento del sistema bancario. Ni que decir tiene, que la disminución de los intereses bancarios (que ocurrió en los países del Sur de la eurozona al establecerse el euro) favoreció tal endeudamiento. Pero la causa mayor de tal endeudamiento fue la necesidad de endeudarse, resultado de la limitada capacidad adquisitiva, hecho todavía más acentuado por la inflación de los precios de la vivienda, resultado de la actividad especulativa del complejo bancario-industria inmobiliaria.
Es más, la escasez de demanda es la que frena el crecimiento económico, creándose la necesidad de abrirse nuevas vías para la acumulación de capital. La falta de oportunidades en el sector productivo de la economía, resultado de la escasez de la demanda, lleva al crecimiento de las actividades especulativas tales como las citadas inversiones inmobiliarias. La escasa capacidad adquisitiva de la mayoría de la población es la que determina una baja demanda que origina la necesidad de que la inversión financiera adquiriera dimensiones especulativas, origen de la crisis financiera. Todo ello explica que, a no ser que se estimule el crecimiento mediante el aumento de la demanda, hoy paralizada, no habrá recuperación. En realidad, el sector privado está ya paralizado desde hace tiempo. Y los recortes del sector público, que es el único que podría ahora estimularlo, están empeorando todavía más la situación económica. A no ser que ello se cambie no habrá recuperación posible, por muchas reformas bancarias que tengan lugar. En realidad, sería mejor para conseguir la recuperación económica gastar el dinero invertido en tales reformas en ayudar, no a los bancos, sino a las personas afectadas por la crisis.

Estimular la demanda, sin embargo, no es suficiente para crear empleo

Una última observación. El aumento de la demanda es un paso necesario pero no suficiente para resolver el mayor problema económico y social hoy existente a los dos lados del Atlántico Norte, que es el elevado desempleo. Y esto es lo que muchos keynesianos olvidan. Fue el mismo Keynes el que subrayó la necesidad de tener como máximo objetivo en la política económica conseguir el pleno empleo y que ello debiera conseguirse –según él- mediante “trabajo público” (“public works”). Keynes aclaró que el pleno empleo no se conseguiría exclusivamente por la vía del estímulo de la demanda en la economía privada. Indicó que la intervención pública era necesaria, entendiendo como trabajo público, no sólo obras públicas, sino también servicios públicos, área esta última de especial importancia en España debido al escaso desarrollo de los servicios públicos del Estado del Bienestar (sólo una persona adulta de cada diez trabaja en los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como sanidad, educación, servicios sociales, escuelas de infancia y servicios domiciliarios, entre otros), siendo uno de los porcentajes más bajos de la UE-15. En Suecia, es uno de cada cuatro.
Esta observación adquiere especial importancia a raíz del posicionamiento neoliberal que considera como medidas eficaces para estimular la economía la reducción de los impuestos (a fin de estimular la demanda, incrementando la capacidad adquisitiva de la población) y la reducción de los intereses bancarios, argumento este último que se utiliza para justificar las políticas de austeridad y rectitud fiscal). Tales medidas son dramáticamente insuficientes, como bien mostraron los “estímulos” del gobierno Zapatero que dio gran énfasis a los recortes de impuestos. La imagen ampliamente extendida de que la creación de empleo la liderará el sector privado es profundamente errónea. Y la evidencia de ello es abrumadora. La recuperación económica, así como el alcanzar pleno empleo, se puede obtener sólo a base de un compromiso público de creación de empleo. Keynes así lo indicó cuando acentuó que por muchos incentivos que el mundo empresarial tenga, su objetivo no es crear empleo, aunque el empleo pueda o deba crearse en la economía privada. Los beneficios que el empresariado obtenga no garantizan que éste los utilice para crear empleo, pues tiene muchas otras alternativas a su alcance. De ahí que sea responsabilidad pública, no sólo facilitar la creación de empleo en el sector privado, sino también crear puestos de trabajo a través de inversión pública en obras o servicios públicos. Así lo indicó Keynes cuando, analizando el elevado desempleo creado por la Gran Depresión, escribió que “la única manera de … prevenir el elevado desempleo del periodo 1892-5 … radicaba en que el sector público … financiara trabajo en servicios públicos”, precisamente lo opuesto a lo que se está haciendo ahora (la cita de Keynes procede del artículo de Alan Nasser “What Keynes really prescribed”, en CounterPunch Nov 1-15,2012, Vol 19 No 19, pp1-3). En realidad, aunque Keynes presentó la solución, fue Kalecki quien enfatizó más en el carácter político del desempleo y del pleno empleo. Fue Kalecki el que, como Marx había hecho antes, indicó que el desempleo es una variable política más que económica. Y la realidad también muestra este hecho. En general, en los países donde el mundo del trabajo es fuerte, el desempleo es bajo. Donde el mundo del trabajo es débil, el desempleo es muy alto. España es un caso claro de ello. El porcentaje de la población ocupada es bajo, el desempleo es alto, los salarios son bajos, el gasto público social es también bajo, y la protección social es muy baja. Así de claro.

2013: Feliz crísis

No me extraña que la fiestas hayan sido tristes y poco festivas. La situación no ayuda.
España se está yendo a pique con un gobierno que o no sabe lo que hace o peor aún hace lo que dicen desde fuera. Pérdida de legitimidad y pérdida de soberanía en favor de los intereses de siempre.

Obama ha decapitado su gobierno, quemando las naves por otras nuevas. Más de lo mismo cuando un rescatado del city group que en vez de estar en la carcel se sienta en la casa blanca y no sabe ni firmar.

La Francia colonialista vuelve con Hollande. No dejó de relucir con el pequeño napoleón en Libia, pero ahora por su cuenta y ante una crísis acuciante, se dedica a democratizar Mali a bombazos.
Los que financió y ayudó en Livia, ahora son sus enemigos. Curioso que los que están en Siria no lo son, y les siguen armando y financiando, pero todo puede cambiar. Jugar con estos amigos es muy peligroso. Pero las multinacionales están para algo no?
Además su nuevo ministro del interior Manuel Valls sigue la linea sionista de Sarko:está comprometido con Israel




Siguiendo en Francia, BNP está sumido en un caso de timo mayor a sus clientes como todos los bancos alrededor del mundo. Los ahorros de mucha gente desaparecidos.

En Italia el amigo Berlusconi quiere volver... como ministro de economía, a pesar de acusar a Sarko de haberle engañado con lo de Libia.
Merkel sigue haciendo lo suyo, bajando su popularidad por más que diga la prensa, pero su banco central manda.
Y cuando sale una pelicula nominada a todos los premios en EEUU que reinventa la ficción de la historia que quieren escribir sobre la muerte de Bin-Laden, desde China, aunque ya estaba al tanto, publican fotos del nuevo estudio montado simulando el palacio de gobierno Sirio.
Al estilo libio, veremos la falsa película de la caida del gobierno sirio y de su presidente Bashar? Ensagrentado quizás?

En Siria sigue la guerra encubierta llevada a cabo por el imperio y sus secuaces para desmontar un país.
Sigue muriendo la gente y la prensa cómplice sigue pregonando lo mismo.
Hasta cuando?
Una guerra así no acaba nunca, o por lo menos no acaba bien.

La crísis económica está azotando a europa entera. Los EEUU se hacen los listos, pero deberían poner sus barbas a remojo. Por mucho que hayan camuflado sus datos reales de deuda, paro etc, su senda es la de una caida más que libre en un abismo que nos arrastrará aún más en la mierda.
Ya no pueden pagar ni guerras: las subcontratan y las pagan con las drogas de Afghanistán, y los robos a los estados que han derrocado.

Para colmo el FMI declara que las medidas que había impuesto a los PIGS le parecen salvajes y que le ha sorprendido su virulencia y su poco efecto.
Y esos son los que dan las ordenes para mejorar la economía? La economía de quién?

Así las cosas, entre muerte, destrucción, hambruna, paro y desgracias continuas empezamos un 2013 lleno de futuro.
Los que vendieron la moto del fin del mundo en 2012, se han equivocado de fecha. Culparán a los indios incas que según ellos eran tontos. Los listos son ellos.
El fin del mundo igual no va a ser como nos lo esperamos. La tierra seguirá dando vueltas, y el Sol la calentará. Para unos pocos porque el resto habrá muerto de hambre on en las múltiples guerras, por no decir de los cataclismos manipulados que ya se vé que se puede. Tsunamis, tornados, tifones, terremotos ... Quieren jugar a ser dioses en beneficio del capitalismo.
De qué vivrá el capitalismo cuando hayamos muerto?